El derecho a la salud en México emana de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM), que en su artículo 4º establece que toda la población mexicana tiene derecho a la protección de la salud.
El sistema de salud en México ha sido un tema de discusión constante debido a sus deficiencias y los desafíos que enfrenta. La falta de acceso equitativo a servicios médicos de calidad ha llevado a una serie de problemas, entre ellos, el aumento de demandas hacia los médicos.
Uno de los principales factores que contribuye a la deficiencia del sistema de salud mexicano es la falta de recursos financieros y estructurales. Según un informe del Banco Mundial, México invierte significativamente menos en salud en comparación con otros países de ingresos similares. Esta inversión insuficiente se refleja en la falta de infraestructura adecuada, escasez de personal médico y deficiencias en el suministro de medicamentos y equipos médicos.
La falta de inversión se traduce en largos tiempos de espera para recibir atención médica, especialmente en áreas rurales y marginadas. Esto no sólo pone en riesgo la salud de los pacientes, sino que también puede llevar a diagnósticos tardíos, tratamientos inadecuados y aumentando la probabilidad de demandas médicas.
La desigualdad en el acceso a la atención médica es otro problema fundamental. Un artículo publicado en la revista “Salud Pública de México” señala que las disparidades socioeconómicas en el país se reflejan en el acceso desigual a servicios de salud. Las poblaciones más vulnerables enfrentan mayores barreras para acceder a atención médica de calidad, lo que resulta en una atención deficiente y, en última instancia, en demandas hacia los médicos cuando los resultados son adversos.
La calidad variable de la atención médica es otro aspecto preocupante. La falta de regulación efectiva y estándares uniformes en la práctica médica puede llevar a diferencias significativas en la calidad de los servicios. Un estudio realizado por la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED) encontró que las quejas más comunes están relacionadas con errores de diagnóstico, tratamientos inadecuados y falta de información adecuada proporcionada por los médicos.
La combinación de deficiencias estructurales, desigualdad en el acceso y calidad variable de la atención médica contribuye directamente al aumento de demandas hacia los profesionales de la salud. Los pacientes que han experimentado una atención deficiente, diagnósticos erróneos o resultados adversos pueden verse impulsados a buscar compensación a través de demandas.
Un informe de la CONAMED reveló que las quejas y demandas médicas han ido en aumento en los últimos años. Tan sólo en 2022 se presentaron 16.588 quejas en esta institución hacia los médicos, cifras que son preocupantes para el sector de salud, ya que si bien se sabe que existen menos médicos en comparación con la población total de nuestro país.
El daño psicológico que llegan a sufrir los médicos durante y posteriormente de una demanda llegan a cuestionar todo lo que implica ser un médico, ya que el hecho de tener demandas desde la perspectiva de los profesionales de salud llega a ser muy cansado y desgastante.
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