El Juramento Hipocrático, una pieza fundamental en la ética médica, es un pacto venerado que ha trascendido a lo largo de los siglos, moldeando la relación entre médicos y pacientes.
Su historia, relevancia contemporánea y su continua vigencia en la práctica médica actual evidencian su perdurable importancia.
El juramento toma su nombre del famoso médico griego Hipócrates, considerado el padre de la medicina occidental. Aunque su autoría es incierta y se atribuye a la escuela hipocrática, este juramento fue redactado en el siglo V a.C. y ha sido modificado a lo largo de los siglos para adaptarse a los cambios sociales y éticos.
En su esencia enfatiza principios éticos como la confidencialidad, la benevolencia, la no maleficencia, la imparcialidad y el compromiso con el bienestar del paciente.
El Juramento Hipocrático sigue siendo un faro ético en la práctica médica, sirve como fundamento para la deontología médica y la formulación de códigos éticos en la profesión. En la actualidad, el juramento ha evolucionado para adaptarse a la diversidad cultural, las complejidades médicas y los avances tecnológicos, manteniendo su esencia ética.
Los médicos, al graduarse a menudo prestan un juramento basado en los principios hipocráticos, comprometiéndose a respetar la vida, la privacidad y la dignidad de los pacientes. Aunque el texto varía según las regiones y las instituciones, el núcleo ético sigue siendo consistente: priorizar el bienestar del paciente, evitar el daño y mantener la confidencialidad.
La mayoría de las organizaciones médicas, además, han adoptado códigos de ética inspirados en el juramento original, integrando conceptos de respeto, integridad, justicia y responsabilidad profesional.
Para los pacientes, el Juramento Hipocrático representa la promesa solemne de los médicos de proporcionar atención compasiva, experta y ética. Esta tradición ancestral infunde confianza y seguridad en la relación médico-paciente, reforzando la idea de que el médico está comprometido con el bienestar del individuo más allá de consideraciones personales o externas.
Como nos menciona Córdoba de la Universidad Pontificia Bolivariana a lo largo de los siglos, el Juramento Hipocrático ha experimentado adaptaciones significativas. En tiempos modernos, se han debatido cuestiones éticas complejas, como la eutanasia, el aborto, la experimentación con seres humanos y el uso de tecnología médica avanzada. Estos dilemas han llevado a ajustes y reinterpretaciones del juramento para mantener su relevancia ética.
Juramento Hipocrático según CONAMED:
“Juro por Apolo médico, por Asclepio y por Higía, por Panacea por todos los dioses y
diosas, tomándolos por testigos, que cumpliré, en la medida de mis posibilidades y mi
criterio el juramento y compromiso siguiente:
Considerar a mi maestro de medicina como si fuera mi padre; compartir con él mis bienes
y, si llega el caso, ayudarle en sus necesidades, tener a sus hijos como hermanos míos y
enseñarles este Arte, si quieren aprenderlo, sin gratificación ni compromiso; hacer a mis
hijos partícipes de los preceptos, enseñanzas y demás doctrinas así como a los de mi
maestro y a los discípulos comprometidos y que han prestado juramento según la ley
médica, pero a nadie más.
Dirigiré la dieta con los ojos puestos a la recuperación de los pacientes, en la medida de
mis fuerzas y de mi juicio y les evitaré toda maldad y daño.
No administraré a nadie un fármaco mortal, aunque me lo pida, ni tomaré la iniciativa de
una sugerencia de este tipo. Asimismo no recetaré a una mujer un pasivo abortivo; por el
contrario viviré y practicaré mi arte de forma santa y pura.
No operaré con cuchillo ni siquiera a los pacientes enfermos de cálculos, sino que los
dejaré en manos de quienes se ocupan de estas prácticas.”
En su esencia, el Juramento Hipocrático promueve la ética, la integridad y la moralidad en el ejercicio de la medicina, la ética profesional en la atención médica es fundamental. Los principios éticos derivados del juramento han evolucionado con el tiempo y se han integrado en los códigos de ética médica actuales.
La práctica médica plantea situaciones en las que los principios éticos del Juramento Hipocrático son fundamentales para orientar la toma de decisiones, la relación médico-paciente y las políticas de atención médica, ya que se integran principios en la resolución de los problemas actuales, por lo que no sólo fortalece la ética en la práctica médica, sino que también contribuye a mejorar la calidad de la atención y la relación médico-paciente en un entorno moderno y desafiante.
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