La medicina implica la desafiante tarea de tomar decisiones cruciales para la salud y el bienestar de los pacientes, pueden traer responsabilidades que conllevan a situaciones jurídicas que pueden perjudicar no sólo la reputación de su profesión, sino también pueden generar niveles significativos de estrés.
En 1993 se definió como Síndrome Clínico Judicial a todas las alteraciones que modifican el estado de salud de un individuo sometido a una situación procesal durante sus distintas etapas y/o luego de haber concluido.
Los médicos llegan a experimentar estrés crónico y estrés agudo cuando se encuentran en situaciones de demandas, al mismo tiempo existen dos aspectos claves que detonan dichos síndromes, los cuales son: la notificación de la demanda y el lenguaje utilizado en el litigio.
Uno de los momentos más angustiantes en la vida de un médico es la llegada de la notificación de una demanda. Este evento a menudo es sorpresivo y puede desencadenar emociones intensas. La angustia y la incertidumbre son componentes esenciales del estrés agudo que acompaña a esta notificación.
Cuando un médico recibe la notificación de una demanda su mundo puede tambalearse, ya que la incertidumbre sobre el resultado del proceso, la posibilidad de enfrentar consecuencias profesionales y personales, y la percepción de que su reputación puede llegar a generar gran presión psicológica.
De acuerdo al artículo El Síndrome Clínico Judicial, el estrés agudo que se experimenta debido al recibir la notificación de demanda a menudo se caracteriza por un aumento inmediato en la ansiedad, miedo y preocupación.
Dicho estrés puede llegar a afectar la salud mental y emocional de los médicos, generando síntomas como insomnio, irritabilidad y dificultad para concentrarse. La necesidad de lidiar con las implicaciones de la demanda mientras se mantiene el enfoque en la atención al paciente puede resultar abrumadora.
El artículo El lenguaje judicial y el derecho a comprender nos dice que el lenguaje en el litigio llega a hacer un aspecto que genera incertidumbre, porque no están familiarizados con este lenguaje utilizado en procesos jurídicos.
Las demandas médicas a menudo involucran un léxico categórico y aseverativo que ambas partes llegan a ocupar, lo que puede exacerbar el estrés crónico a medida que el caso avanza.
Las acusaciones y afirmaciones que se llegan a presentar de manera firme y en algunos casos pueden ser percibidas como ataques directos a la integridad y competencia del médico demandado dichos factores pueden herir profundamente la autoestima y la confianza del médico.
La duración de los procesos jurídicos pueden llegar a extenderse durante meses o incluso años, lo que resulta una exposición prolongada, contribuyendo a problemas de salud física y mental.
La promoción de la salud mental y el acceso a asesoramiento jurídico así como el apoyo psicológico son acciones que necesitan los médicos que llegan a tener demandas a lo largo de su vida profesional.
En Juárez y Asociados Blindaje Médico Jurídico apoyamos a los profesionales médicos con problemáticas de negligencia y demandas. Somos la única firma especializada en temas jurídicos y blindaje médico.